Goldito ya cumplió tres años y su Golditolario ya es bastante extenso y simpático. Sin embargo, ahora tenemos el "problema" de que a veces escoge los adjetivos más inapropiados para dirigirse a la gente.
Tuvimos que retirar de nuestro propio vocabulario el adjetivo "loco" (que, dicho sea de paso, con un niño con tanta energía era usado frecuentemente) porque estaba empezando a usarlo para dirigirse hasta a sus maestras (¡Plop!).
Hoy, a la hora de dormir, estábamos jugando ese juego donde nos llamamos por diferentes nombres (él se vuelve "papá" o "To", por ejemplo), y de repente me dijo: "Hola, abuelita loca". Cambié mi expresión a una un poquito más seria y le dije:
- No debes llamar "loca" a la gente.
- ¿Sólo a Chepina?
- Sí, sólo ella está loca. Sólo a ella puedes decirle así.
- *Buscando a quién más dirigirse con su adjetivo favorito* ¿Quién más está loco?
- Mmmm... ¡Pues tú! (Lo siento, no pude resistirme)
- *Risa* ¿Y quién más?
- ¡Chepina, ya te dije!
- ¡Noooo! ¡Yo quiero otra persona!
Ay, este chamaquito loco... A ver, ¿por qué no se le ocurrió copiarnos el "mi amor" con el que siempre nos dirigimos a él? Tal parece que a sus tres años, ya sabe por intuición lo que molesta a la gente. ¿A quién se parecerá?
lunes, 25 de noviembre de 2013
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